Adela Zamudio (1854-1928)



Autor: Fundación Cultural Torrico Zamudio
Paz Juana Plácida Adela Rafaela Zamudio Ribero nacida el 11 de Octubre de 1854. Una extraordinaria educadora, poetisa y tenaz precursora de la formación del pensamiento feminista y de los derechos de la mujer boliviana. Mediante su obra literaria, su trabajo como maestra, y su preclaro pensamiento propulsor de iniciativas lucidas y brillantes, por demás transgresoras y revolucionarias para la época en que vivió, tales como la instauración del matrimonio civil, el derecho al divorcio y la separación de los poderes de la Iglesia Católica y del Estado; Adela se opuso al sistema patriarcal de la sociedad que excluía a la mujer de las elecciones y de su participación en el poder, amen de la explotación y dominación en él implícitas.
Promoviendo la libertad femenina de la que ahora gozamos las mujeres en Bolivia se vio envuelta desagradables polémicas con representantes de la iglesia, con algunas de sus pares y uno que otro coterráneo. Pese a esos inconvenientes Adela, firme y consecuente salió victoriosa impulsó la enseñanza gratuita y laica desde la primera escuela fiscal para señoritas fundada por ella en 1905 la cual dirigió hasta 1920, cuando fue promovida como directora del Liceo para Señoritas.
Simultáneamente demandó a través de sus escritos, publicados en varios medios, la necesidad de introducir el laicismo en los programas académicos nacionales a través de artículos y ensayos pedagógicos que publicó en diferentes medios, los cuales se convirtieron en polémicas de las cuales la más conocida por la gravedad que implica es la que sostuvo con el padre Francisco Pierini, quien era promotor de un movimiento ultra conservador denominado "Liga de Señoritas Católicas" en alianza del cual ataco a Adela en pro de defender los privilegios legales y fiscales de la iglesia Católica en el sistema educativo del país, sus ataques mediáticos fueron respondidos por Adela y sus varios seguidores por el mismo medio: el periódico, aún así excomulgo a Adela como castigo.
En 1926 apoyó públicamente la Ley de Divorcio, que, otra victoria, fue sancionada seis años más tarde, en 1932. Estuvo a la vanguardia por las reformas democráticas y exigió la separación de la Iglesia y el Estado. En este periodo se incorporaron las mujeres al movimiento sindical, con sindicatos propios y con la Federación Obrera Femenina. 1932 le trajo un gran triunfo, el 28 de mayo, fue coronada por el gobierno nacional en reconocimiento a su obra literaria.